Había una vez dos viejecitas: Antea y Filipa. Las dos viejecitas vivían juntas, comían juntas, dormían juntas soñaban juntas... Los dias de cada día comían sopa de agua y los domingos sopa de agua con un fideo. Un día Antea se encontró una alubia pero se le cayó al suelo y rebotó tres veces, entonces de ella salió una planta que empezó a crecer y crecer...