Los hermanos de Ángela siguen
sin darle un respiro; cualquier
motivo es bueno para hacerle la
vida imposible. En esta ocasión
la excusa puede ser dar cobijo
a un perro abandonado o que
desee con todas sus fuerzas
conseguir el papel de princesa
en la representación del colegio.
Sin embargo, Ángela nunca se
da por vencida.