"A reloj suelto convocadas, irrumpían de súbito las masas mal contentas en la plazuela del Ayuntamiento. Con ellas viene, metiendo ruido, la fatría de los desarrapados, jornaleros de la nada y destajistas de lo poco y mal repartido, aunque puede que nadie supiera aún en qué consiste un destajo, eso, los tiempos que mudan una barbaridad, hasta el lenguaje, lo traerían. De momento, aquellos locos sin manicomio venían desbocados, embistiendo impacientes y no poco pinchosos, arremetiendo a ciegas contra todo lo que se ponía de frente, desgañitándose con alaridos, como si los estuvieran torturando, semejando bestias sedientas de sangre. ¿Bestias? ¿Sedientas de sangre? Hombre, para tanto no será. Grande y un algo exagerado parece pintar el cuadro. Puede ser, puede no ser, puede que quizás. Para hacer la prueba sólo hay que ponerse delante de tal ventarrón humano."
En el motín del pan Miguel Ángel Galguera desgrana con enorme detalle todos los sucesos que tuvieron lugar durante el importante proceso histórico acaecido en la ciudad de Valladolid en junio de 1856. A lo largo de la novela, Galguera nos presenta las motivaciones y anhelos de los distintos personajes cuyas acciones desencadenaron uno de los motines más importantes del siglo XIX que se acabaría extendiendo a otras ciudades castellanas.