Acariciar a su bebé lo hacen todos los padres sin pensar en una metodología o en una forma de tratamiento. Todo lo que se puede conseguir con movimientos y maniobras sencillas lo ha expuesto fundamentalmente el médico francés Frederick Leboyer, contribuyendo notablemente a que el masaje de bebés ampliara sus círculos en Europa. En su libro Dei Sanften Händen (´Las manos suaves´) presenta el masaje indio tradicional, que es algo más que una serie de técnicas de agarre y unas indicaciones de tratamiento. Para Leboyer, el masaje es la unión espiritual entre madre e hijo. Son tiernas palabras que, partiendo de las manos de la madre, hablan con el cuerpo del niño.